El cortacircuito fusible cerámico fue desarrollado para operar en redes de distribución, con tensiones de 15, 27 y 38 kV.
Especialmente diseñado para proteger transformadores, bancos de capacitores, cabinas primarias, líneas y ramales.
Su construcción robusta, fabricada con materiales rigurosamente probados, permite la interrupción desde el mínimo hasta el máximo fallo permitido por el portafusibles en las condiciones más severas, manteniendo inalteradas sus características mecánicas y eléctricas.
Los insertos de soporte y montaje están fabricados en acero galvanizado en caliente y fijados al aislador mediante cemento inorgánico, que no se deteriora ni absorbe humedad, y que cuenta con la resistencia mecánica suficiente para absorber parte de las tensiones provocadas por las fuerzas de interrupción.
Se puede aplicar en cualquier sistema trifásico con tensión igual o inferior a la tensión máxima de funcionamiento del Switch.
En ambientes con alta contaminación o alto grado de salinidad, se puede utilizar un interruptor con una tensión nominal superior a la de la red donde se instalará, de modo que el aislador tenga una mayor distancia de fuga, permitiendo así mayor seguridad contra la formación de arcos. Además, para una mayor resistencia a la abrasión, los herrajes pueden suministrarse en acero inoxidable.
El cortacircuito fusible cerámico tipo MZ está equipado con un gancho de apertura de aluminio para adaptar una herramienta portátil para la apertura bajo carga.
El portafusibles posee una lengüeta de acero inoxidable (Flipper) que, en combinación con un resorte, evita que el eslabón fusible sea sometido a esfuerzos de tracción superiores a 3 kgf, especialmente durante la operación de cierre. Este mecanismo también proporciona una rápida expulsión del cartucho fusible desde el interior del cartucho en fallas de baja corriente, eliminando posibles arcos internos.